De Bramante a Palladio
La transición de la arquitectura de Donato Bramante a Andrea Palladio representa un desarrollo crucial en el Renacimiento italiano, donde la búsqueda de la perfección y la armonía llevó a nuevas interpretaciones de la tradición clásica. Bramante, reconocido como el pionero de la arquitectura renacentista, estableció los cimientos de este estilo con su enfoque en la simetría y el uso del espacio. Su obra más emblemática, la Basílica de San Pedro, muestra su habilidad para fusionar la grandiosidad clásica con la innovación, creando espacios que transmiten un sentido de trascendencia. Sin embargo, su adherencia estricta a los cánones romanos a menudo resultaba en una rigidez que limitaba la exploración de nuevas formas. En contraste, Palladio emergió como un arquitecto que reinterpretó las ideas de sus predecesores, llevándolas a un nuevo nivel de funcionalidad y contextualización. Sus villas venecianas, diseñadas con un enfoque en la relación entre el edificio y su entorno, reflejan un